Desde que utilizamos la medicina tradicional china (MTCH) como herramienta para tratar a los pacientes, observamos el modelo humano a través de un cristal muy antiguo y holístico. No diagnosticamos enfermedades sino enfermos, esto significa penetrar el mundo personal del paciente, comprenderlo profundamente, e idear una terapéutica personal con todas las posibilidades que la MTCH brinda. En este proceso de diagnosticar tenemos en cuenta los síntomas más evidentes, pero también aquellos más sutiles. Por ejemplo, tener las extremidades frías, preferir una estación del año, sentirse mal en un horario determinado todos los días, pueden ser síntomas que, para quien sabe leerlos, configuren una disarmonía de la energía, el paso previo a que la enfermedad llegue al cuerpo. En lugar de buscar las anormalidades de las estructuras, buscamos los desequilibrios de la energía, que si no se tratan pueden afectar luego las estructuras. En este sentido podemos decir que se trata entonces de una medicina preventiva. Esto no significa que la MTCH no sea útil cuando ya las estructuras están afectadas; muy por el contrario, enfermedades como, diabetes, neuralgia del trigémino o colitis ulcerosa crónica, son tratadas con un altísimo porcentaje de éxitos, con ella. ¿Porqué decimos que es holística? Porque ve al ser humano completo con todas sus partes interactuando en el proceso vital, y se lo intenta curar como una persona completa y no sólo a la parte enferma. Hablamos entonces no sólo de una interacción de todos los órganos del cuerpo, sino además del cuerpo con la mente, las emociones y el espíritu. Este concepto, que hace menos de un siglo surgió en la medicina occidental, estuvo presente desde hace miles de años en la MTCH, Dice el So Wen, un antiquísimo libro de medicina china: “......es una falta grave para un médico ignorar el estado afectivo de un paciente.” So Wen cap.77. Por encima de los niveles físico mental y emocional, está el espíritu. Este es el dominio de las Virtudes. Si es posible conducir al paciente hacia la práctica de la Virtud, lo estaremos guiando hacia la verdadera salud.